Ante las altas temperaturas que superarán los 36 grados en los próximos días, el refugio "Mamá Benita" hace un llamado urgente a la comunidad para donar ventiladores, incluso usados, con el único requisito de que funcionen correctamente.
Este albergue, que está por cumplir 22 años de servicio, brinda techo, alimento y compañía a alrededor de 30 personas sin hogar, en su mayoría adultos mayores, madres solteras y familias en situación vulnerable. Sin embargo, el intenso calor de la temporada se ha convertido en un nuevo reto para el refugio, que opera con recursos muy limitados.
"Pues mucho calor, teníamos un aire, pero tenemos un dormitorio nada más de hombres y otro de mujeres, y no podemos poner el aire porque no todos pueden estar en el aire; entonces es mejor un ventilador, a lo mejor se gasta más luz, pero no todos pueden estar en el aire", explicó Benita Sabino Morales, fundadora y directora del refugio.
Los pocos ventiladores con los que cuentan no alcanzan para cubrir todas las habitaciones, mientras que el uso de aire acondicionado resulta imposible de costear. Esto preocupa especialmente porque, según la Secretaría de Salud, durante las semanas epidemiológicas 12 a la 21 de este año se reportaron tres golpes de calor en la entidad, afectando sobre todo a personas mayores.
Además de ventiladores, el refugio también enfrenta la necesidad de contar con un vehículo para realizar traslados de enfermos o llevar a los niños a la escuela. Para ello, planean organizar un boteo la próxima semana en diferentes puntos de la ciudad, aunque aún no definen los lugares exactos.
"Vamos a empezar un boteo para comprar un carro porque nos hace mucha falta para llevar a los enfermos al hospital, a la escuela o a la iglesia; vamos a empezar la otra semana, nos vamos a organizar para una colecta, pero claro que sí, aquí pueden venir y ver, aquí siempre están las puertas abiertas", comentó.
Un ventilador puede parecer poco, pero en el refugio "Mamá Benita" significa la diferencia para proteger la salud y la vida de las personas que ahí encuentran no solo refugio, sino también la oportunidad de reconstruir su dignidad.