Una tromba sorprendió a la comunidad de San Ignacio, en Mulegé, ubicada a casi 700 kilómetros de la capital del estado, dejando a más de 50 familias afectadas, principalmente en las colonias Los Paredones y Piedras Negras. La población, de poco más de 600 habitantes distribuidos entre la zona serrana y la laguna costera, fue testigo de la fuerza del agua que transformó el paisaje en cuestión de minutos.
La lluvia provocó la corrida de agua en calles, inundaciones en viviendas y arrastre de una decena de vehículos por la corriente. Los arroyos crecieron rápidamente, generando escenas de pánico entre los habitantes que intentaban salvar lo poco que podían. Lo que antes eran casas y calles se convirtió en una masa de agua que dificultaba cualquier desplazamiento.
La alcaldesa de Mulegé, Edith Aguilar Villavicencio, informó que aún no se ha podido determinar con exactitud el número total de daños, debido a que algunas zonas no son accesibles. "Hay alrededor de 50 familias o más afectadas. Vamos a intentar hoy pasar con maquinaria para evaluar la situación", declaró.
Por su parte, el delegado de San Ignacio, Alejandro Lastra Salvatierra, señaló que nunca habían vivido una situación similar. "Fue verdaderamente impresionante la cantidad de litros que han caído en nuestra delegación, causando un sinfín de daños materiales", comentó.
Desde este martes, las familias comenzaron la tarea de limpiar lo poco que quedó en pie tras la tromba. La emergencia también alcanzó la Carretera Transpeninsular, donde un hundimiento a la altura del kilómetro 78 dejó atrapada a una pipa de la empresa Baja Gas, suspendida entre dos orillas, lo que obligó al cierre total del tránsito durante varias horas.
La alcaldesa explicó que desde las seis de la mañana se habilitó un paso provisional para todo tipo de vehículos, descartando riesgos mayores, incluyendo fuga de gas. Por su parte, el gobernador Víctor Castro Cosío adelantó que no habrá declaratoria de emergencia. San Ignacio no fue el único lugar afectado en esta temporada de lluvias. En Todos Santos también se reportaron inundaciones y cortes carreteros, mientras que en Los Cabos un deslave obligó a la evacuación de familias. Todo esto ocurrió sin que un huracán haya tocado aún la entidad, evidenciando la fuerza de las precipitaciones de este año.