Antonio López Rodríguez, encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), lamentó la muerte del comandante Mario Quezada y representa un duro golpe para la institución, misma que se siente ofendida por la pérdida de un elemento en un ataque cobarde, el hecho no quedará impune.
Informó que desde su gestión buscará mantener la tranquilidad que caracteriza a Baja California Sur, y aunque el combate a la delincuencia es frontal, reconoció que combatir la delincuencia organizada es muy complicado, más para los estados, debido a que los delincuentes se mueven fuera del espacio territorial donde no tienen competencia para trabajar.
Adelantó que al tomar la dirigencia de la PGJE, sabía que existía un compromiso importante, sin embargo, no pensó que sería el combate a la generación de violencia, sin embargo, cuenta con la capacidad y conocimiento para hacerle frente a estos eventos de alto impacto.
Reconoció que a raíz de los delitos de alto impacto ha surgido desinformación tras la aparición de mensajes del crimen organizado y delincuentes recurren a ellas debido a los golpes que las autoridades han dado en su contra.
"El combate a la delincuencia es frontal, pero combatir la delincuencia organizado es muy complicado y más para los estados, porque desafortunadamente estas gente se mueve fuera a veces del espacio territorial donde no tenemos competencia para trabajar y lo que hacemos, pues es tratar de combatirlo en el terreno que si nos toca que está aquí en Baja California Sur desde Guerrero Negro hasta Cabo San Lucas, las acciones son distintas, estas no van a bajar, esto no depende de un procurador o de qué haya fallecido un policía, les repito, tenemos muchos elementos".