Navia, bruja y tarotista, explica cómo vive su religión Wicca en BCS

Entre cuarzos, humo de incienso, velas encendidas y barajas de tarot, Ana Cabrera, conocida en el mundo espiritual como Navia, practica y difunde la religión Wicca, una corriente que centra su fe en la naturaleza, la veneración de la diosa y el dios, y la celebración de los ciclos de la luna y las estaciones. "Yo soy Nadia, mi nombre es Ana Cabrera, pero en este mundo místico brujita me conocen como Navia. Soy wicca desde hace 11 años; esta religión creció en mí desde muy niña", compartió. 

Con el paso del tiempo, su conexión espiritual se transformó en una forma de vida que hoy guía sus rituales, limpias y lecturas de tarot. En su pequeño espacio, las velas y los aromas marcan el ritmo de lo sagrado.

Navia explica que entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, las energías se transforman y se abre un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos, un momento donde las fuerzas espirituales cruzan sus caminos. "Cuando están aquí nuestros muertos, no sabes quién viene con buenas o malas intenciones. Las energías cambian, vienen incluso las mascotas. Es un tiempo entre la luz y la oscuridad, entre el final del sol fuerte y el inicio del invierno", dice.

El wiccanismo, nacido en Inglaterra a mediados del siglo XX y consolidado en la década de 1950 por el ocultista Gerald Gardner, integró elementos de antiguas creencias paganas, la magia ceremonial y el culto a la naturaleza. Su base está en el equilibrio, la fertilidad y la conexión con la tierra.

Desde hace seis años, Navia también se dedica a las lecturas de tarot, uno de los servicios más solicitados por quienes buscan respuestas, guía o simplemente comprender mejor su energía. Antes de cada sesión, realiza una valoración energética, pues considera que cada persona porta una carga distinta. "Una limpia, tal cual el nombre, es quitarte todo y volverte a poner en otro lugar. Si algo te bloquea, primero hay que trabajarlo, puede ser algo personal o externo, pero solo al liberar ese peso puedes avanzar", explica.

Para ella, ser wicca en México es vivir entre dos mundos: el místico y el cultural. Es reconocer la fuerza de la tierra, la sabiduría de los ancestros y el equilibrio entre la vida y la muerte. "Ser bruja mexicana ?dice? es honrar nuestras raíces, convivir con la naturaleza y recordar que la verdadera magia está en el poder de sanar, crear y transformar."