El Congreso del Estado aprobó la armonización de las leyes fiscales de Mulegé, Loreto, Comondú y La Paz en materia del derecho de saneamiento ambiental. Con esta modificación, a partir de 2026 entrarán en vigor nuevos cobros relacionados con la adquisición de bienes inmuebles y el hospedaje, lo que, sumado a otros impuestos, podría elevar los costos operativos del sector hotelero hasta en un 35%, según estimaciones empresariales.
El presidente de la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas (Emprhotur) de La Paz, Agustín Olachea Nogueda, advirtió que este incremento en las cargas fiscales representará un golpe fuerte para el sector empresarial local y podría incentivar la migración a la informalidad para evitar el pago de más impuestos.
"Ese impuesto de saneamiento se va a cobrar en los hoteles y esa cantidad se le va a cobrar además del impuesto al hospedaje. Ese monto lo va a tener que pagar el huésped y entregarlo el hotel. Entonces nos vamos a hacer un poco más caros, y aquí cuidado: si llegamos a ser un destino muy caro, el turista empieza a ver otros lugares donde es más económico viajar", alertó.
El nuevo derecho establece que hoteles, rentas vacacionales y demás servicios de hospedaje deberán pagar el equivalente al 70% del valor diario de la UMA por habitación. Los ayuntamientos de Mulegé, Comondú, Loreto y La Paz deberán además crear sus Fideicomisos Municipales de Saneamiento Ambiental a más tardar en enero de 2026, los cuales administrarán los recursos recaudados.
Olachea señaló que 2026 será un año especialmente retador para el turismo. Aunque existe interés de inversionistas por desarrollar nuevos hoteles en La Paz, los proyectos no se han concretado y la oferta hotelera no ha crecido en la última década, pese al posicionamiento creciente del destino.
El dirigente subrayó la necesidad de establecer condiciones equitativas entre hoteles y plataformas como Airbnb, pues la diferencia en tarifas y regulaciones genera una competencia desigual.
"La nueva demanda se está yendo al Airbnb. Tiene que haber piso parejo. El agua que paga un Airbnb es doméstica y la de un hotel es comercial; la energía eléctrica para un Airbnb también es doméstica y para un hotel, comercial", explicó.
Asimismo, pidió que, al mismo tiempo que se fortalecen los mecanismos de recaudación en el sector formal, se avance en la regulación del comercio y hospedaje informal, para que todos los prestadores de servicios cumplan con los mismos lineamientos y costos de operación, incluyendo protección civil, bomberos y comercio.