El cierre del año 2025 ha sido especialmente complicado para el Jardín de Niños Hans Christian Andersen, debido a severos problemas de infraestructura, servicios básicos deficientes y falta de accesibilidad, situación que ha dificultado el desarrollo normal del ciclo escolar.
El plantel enfrenta constantes fallas en el suministro de agua potable y energía eléctrica, lo que ha impedido contar con condiciones mínimas de higiene y funcionamiento. Actualmente, el personal docente atiende a poco más de 150 estudiantes en medio de estas carencias.
De acuerdo con madres y padres de familia, en el mes de noviembre un tráiler derribó un poste de energía eléctrica, dejando sin luz a la escuela. Días después, la cisterna del plantel se averió, agravando la situación. Aunque recientemente se restableció el servicio eléctrico, las deficiencias persisten.
Dinorah Soto, madre de familia, señaló que el plantel continúa operando con carencias básicas que no han sido atendidas pese a los reiterados llamados de la comunidad escolar. "Ahorita ya tenemos luz y eso, pero de todos modos tenemos muchas deficiencias. Hasta que de plano no hubo muchos metiendo presión no nos hicieron caso y aún nos faltan muchas cosas; incluso no tenemos luz en los baños", expresó.
Estas problemáticas, según las familias, se arrastran desde hace al menos cinco años sin una solución definitiva.
A los problemas internos se suma la falta de seguridad vial en los accesos al jardín de niños, ubicado en la colonia El Calandrio, sobre la calle UABCS, entre avenida Universidad. La zona carece de señalización, lo que representa un riesgo constante para los menores durante los horarios de entrada y salida.
Aunque se ha solicitado la intervención de la Dirección de Tránsito Municipal, no se ha obtenido respuesta, denunció la comunidad escolar.
"La circulación es muy complicada todos los días en la mañana y en la tarde cuando dejamos a los niños. Es una avenida muy transitada y no hay ninguna señalización, ni siquiera que indique que es zona escolar", señaló nuevamente Dinorah Soto.
Por su parte, el Instituto Sudcaliforniano de la Infraestructura Física Educativa (ISIFE) informó que durante este año se han ejercido 120 millones de pesos en obras eléctricas y más de 600 millones de pesos en infraestructura educativa, que incluyen la construcción de nuevas escuelas y mantenimiento general en planteles del estado.
Sin embargo, la maestra Alejandra Madrid advirtió que las fallas persistentes han impactado directamente en la asistencia escolar, ya que no se cumplen las condiciones mínimas para el desarrollo de las actividades educativas. "Nunca se detuvo el servicio, sin embargo la asistencia de los alumnos ha estado bajando. A veces llegan a venir salones completos de 58 niños y lo máximo que hemos llegado a juntar son 15 durante estas últimas semanas", explicó.
Mientras el jardín de niños continúa operando en condiciones adversas, madres, padres y personal docente insisten en que la atención de las autoridades no puede seguir postergándose, pues las fallas estructurales ponen en riesgo la seguridad y vulneran el derecho de las niñas y niños a una educación digna.