Las interrupciones en el suministro de energía eléctrica siguen afectando a un número creciente de comunidades en Baja California Sur, sin que hasta ahora exista un informe oficial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que explique las causas de estos cortes de luz que se han vuelto recurrentes.
El gobernador del estado, Víctor Manuel Castro Cosío, reconoció públicamente que hasta el momento solo ha recibido quejas formales provenientes del Valle de Santo Domingo, ubicado en el municipio de Comondú, donde la población ha manifestado reiteradamente su inconformidad ante los constantes apagones que afectan la región.
Informó que en su más reciente gira por comunidades de Comondú, escuchó directamente las demandas de los habitantes, quienes le expusieron la urgencia de atender este problema que impacta de manera significativa su calidad de vida, sobre todo en temporada de altas temperaturas, cuando el uso de ventiladores, aires acondicionados y equipos de refrigeración se vuelve indispensable.
"No tengo ninguna explicación técnica. Yo creo que he recibido una queja importante en mi recorrido en el estado, que fue de los vecinos de Santo Domingo, que constantemente están sin luz. Se informó a comisión para ver a los responsables en la zona de Comondú, qué es lo que está ocurriendo", declaró Castro Cosío.
Agregó que hasta ahora no cuenta con datos oficiales proporcionados por la CFE sobre los apagones registrados en la ciudad de La Paz, aunque mencionó que ciudadanos le han reportado cortes intermitentes de energía eléctrica con una duración aproximada de entre cinco y diez minutos, lo que genera preocupación entre la población ante el riesgo de daños en electrodomésticos y fallas en servicios esenciales.
El gobernador señaló que buscará dialogar directamente con personal de la CFE en la entidad para conocer con mayor claridad las razones de las fallas, así como las posibles soluciones para garantizar un suministro eléctrico estable, principalmente durante los meses de mayor demanda energética en el estado.
Mientras tanto, comunidades de la zona norte de Comondú siguen exigiendo una respuesta inmediata a la autoridad federal, argumentando que la situación no solo afecta la comodidad en los hogares, sino también actividades productivas, comercios y sistemas de salud que requieren electricidad constante para operar con normalidad.