Durante la última sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, el gobernador de Baja California Sur, Victor Castro Cosío,informó que se logró mantener saldo blanco tras el paso de la tormenta tropical Lorena. "Tenemos saldo blanco en esta amenaza que, por fortuna, fue de lluvias; no hubo vientos", expresó.
Las precipitaciones representan un alivio significativo para el sector ganadero, que el año pasado sufrió pérdidas importantes debido a la sequía. Tan solo en 2024, más de 60 mil cabezas de ganado se perdieron por falta de agua y pasto, por lo que estas lluvias son una oportunidad para recuperar parte de esas pérdidas.
Heriberto Rochin, presidente de la Unión Ganadera, calificó las lluvias como un verdadero tesoro."Estas lluvias? no, pues excelente, maravilla, un tesoro que nos está cayendo del cielo, muy buena ayuda. Esto es lo mejor que le puede pasar a un ganadero, realmente, porque ya estábamos desesperados. En partes nos ha llovido muy bien, aunque hay zonas a las que todavía le falta un poquito", señaló.
Durante el paso de Lorena, se registró una precipitación equivalente al 300% del promedio mensual de septiembre, concentrada en apenas cinco días. La mayor parte de las lluvias acumuladas durante los primeros ocho meses del año se concentraron en algunos puntos estratégicos del estado.
En el Municipio de Los Cabos, Santa Anita reportó el mayor acumulado con 312.0 mm, seguida por Yeneka con 265.0 mm, Boca del Salado 260 mm, San José del Cabo 226.0 mm y El Sauzal 199.6 mm, según datos de Conagua.
Por su parte, en el Municipio de La Paz, los registros fueron menores, destacando San Bartolo con 129.0 mm, La Palmilla con 119.4 mm, Los Barriles 103.0 mm y El Carrizal 100.0 mm.
En Comondú, los números fueron aún más bajos: Ciudad Insurgentes acumuló 47.0 mm, El Ihuajil 41.9 mm y Ley Federal de Aguas #1 41.0 mm.
Aunque estas precipitaciones no resuelven por completo la crisis hídrica del estado, representan un respiro para productores y ganaderos, además de una oportunidad para recargar los acuíferos.
"Esperemos que sigan las lluvias para que sigan adelante los ganaderos, que realmente este año y el pasado nos trató muy mal por cuestión de la sequía"Expresó.
En las zonas urbanas, los efectos fueron distintos, las lluvias provocaron baches y encharcamientos que complicaron el tránsito. El punto más conflictivo se localizó en los accesos a las colonias Progreso y Miramar, donde confluyen vehículos provenientes de sectores como Calafia, La Pasión, Camino Real, Ayuntamiento, Mezquitito, Tabachines y La Fuente.
Así, mientras el campo y la ganadería reciben un respiro tras meses de sequía, las calles recuerdan que aún queda trabajo por hacer en las zonas urbanas del estado.