La reciente pérdida de la zapatería B Hermanos a causa de un incendio reavivó la preocupación por el estado y la conservación de los comercios tradicionales del centro histórico de La Paz.
Para el historiador Sealtiel Enciso, cada siniestro de este tipo representa no solo la destrucción de un inmueble, sino un daño profundo a la memoria colectiva de la ciudad.
Recordó que situaciones similares ya se han vivido en la capital, como ocurrió con La Perla de La Paz en el año 2007, un edificio con más de 140 años de historia que marcó a generaciones de paceños.
Explicó que en el caso de la zapatería siniestrada recientemente, aunque el inmueble no tenía la misma antigüedad, su importancia cultural y comercial también lo hacía parte del tejido histórico del centro paceño.
Informó que el edificio fue adaptado en los años ochenta para albergar locales, tras haber sido originalmente una vivienda, como muchas otras que han sido transformadas con el tiempo sin un plan claro de preservación.
El historiador señaló que estas pérdidas deberían motivar tanto a autoridades como a propietarios a tomar decisiones que favorezcan la conservación del patrimonio arquitectónico.
En el caso de sitios como La Perla, aún en ruinas, se podrían impulsar proyectos de restauración que permitan recuperar su imagen original, al menos en la fachada, como parte del atractivo turístico y cultural de la ciudad.
"Esperamos que algún día las autoridades y los dueños decidan arreglar sitios como La Perla; tal vez recrear su fachada para devolverle ese aspecto que tuvo en sus años de bonanza. La Paz está teniendo un gran auge turístico y los visitantes quieren ver precisamente eso: sitios emblemáticos que forman parte de la historia de la ciudad", expresó.
Finalmente comentó que La Paz vive actualmente un auge en el sector turístico, y espacios emblemáticos como los comercios históricos del centro pueden ser parte esencial de la experiencia que se ofrece a los visitantes por lo que su abandono y deterioro no solo representan riesgos estructurales, sino también un retroceso en la preservación de la historia viva de la capital sudcaliforniana.