Durante un análisis sobre el aumento de la extorsión en el país, el exsubsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Facundo Rosas, advirtió que el Estado mexicano "ha renunciado" a cumplir con sus responsabilidades más básicas, como aplicar la ley y mantener el monopolio del uso de la fuerza.
Rosas explicó que estos vacíos de autoridad son aprovechados por grupos delictivos, quienes imponen sus propias reglas en distintos ámbitos. "Si la autoridad no reacciona ni hace valer el Estado de derecho, se convierte en parte del problema", señaló.
El especialista enfatizó que este fenómeno es particularmente evidente en los centros penitenciarios, donde custodios y autoridades permiten que las extorsiones operen desde dentro de los penales. Asimismo, en las calles, las organizaciones criminales cobran derecho de piso, amenazan a comerciantes y extienden su influencia como si fueran la autoridad legítima.
"Creo que el Estado mexicano, más allá de cómo se llame, autoridad federal, estatal o municipal, ha renunciado a cumplir con sus responsabilidades, ejercer el monopolio del uso de la fuerza y aplicar las leyes. Estos vacíos que deja la autoridad los ocupan muy bien los presuntos delincuentes, ya sea cuando están bajo proceso en un centro de reinserción social o incluso cuando están sentenciados", señaló Rosas.
De acuerdo con el experto, la omisión del Estado no solo fomenta la impunidad, sino que normaliza la extorsión como parte de la vida cotidiana, afectando tanto a ciudadanos como a empresarios.