Ante la falta de obras preventivas, habitantes de colonias vulnerables en la capital sudcaliforniana refuerzan sus casas con los recursos que tienen a la mano para evitar daños cuando las lluvias se intensifican.
Como en cada temporada de lluvias, vecinos de las colonias más vulnerables de La Paz vuelven a tomar sus propias medidas de seguridad ante el abandono de las autoridades. Aunque la tormenta tropical Raymond se degradó conforme se acercaba a la península y en la capital no dejó lluvias fuertes, el temor sigue vivo entre quienes habitan en zonas de riesgo.
En colonias como Valle del Mezquite, los vecinos han aprendido a proteger sus viviendas con los recursos que tienen a su alcance, levantando muros improvisados o acumulando piedras para desviar el agua y evitar derrumbes. "Siempre mi pareja y yo, cuando vemos que va a estar fuerte la lluvia, hacemos una montaña de piedras para que las que bajen con velocidad peguen ahí y no en nuestra barda, para que no cause algún daño", relató una vecina de la zona.
A pesar de que esta vez el cielo solo amenazó, las huellas de lluvias pasadas siguen visibles: calles deterioradas, muros colapsados, drenajes obstruidos y zonas que se convierten en trampas cuando el agua corre sin control. Entre las colonias más vulnerables se encuentran Paraíso del Sol, INVI Mezquitito, San Rafael, Rinconada Las Californias y Valle del Mezquite, donde cada temporada se repite el mismo escenario de riesgo, encharcamientos y la sensación de estar olvidados.
En el fraccionamiento San Rafael, el principal problema son las inundaciones, mientras que en INVI Mezquitito los vecinos denuncian que los drenajes permanecen obstruidos y que, ante cualquier lluvia, el agua busca salida hacia las viviendas más bajas.
Aunque Raymond no representó peligro para La Paz, sí dejó algunos escurrimientos en Los Cabos. Al respecto, el gobernador Víctor Castro Cosío aseguró que las condiciones climatológicas en el estado se mantienen estables y que las actividades regresaron a la normalidad.
"El indicador principal de Conagua nos muestra que la tormenta ya se ha alejado. Por lo tanto, todo lo que se venía haciendo de emergencia queda suspendido hasta nuevo aviso", declaró el mandatario estatal.
Sin embargo, para muchas familias paceñas, la calma meteorológica no se traduce en tranquilidad. Saben que la próxima lluvia volverá a ponerlos a prueba, obligándolos una vez más a reconstruir su seguridad con sus propias manos.