La venta de la Isla Cerralvo a través de una conocida plataforma de comercio electrónico desató polémica en redes sociales. Usuarios quedaron sorprendidos al encontrar la oferta: más de 14 mil hectáreas de terreno rústico, promocionadas para "desarrollo turístico", con imágenes aéreas y coordenadas geográficas.
Aunque la posibilidad de vender una isla en México puede parecer remota, ambientalistas aclararon que, aunque es complicado, no es imposible.
La publicación describe el predio como terreno rústico "con vocación para conservación o desarrollo turístico", e incluye un formulario para contacto directo con una inmobiliaria con sede en Ciudad de México.
Autoridades municipales señalaron que un predio puede ser vendido únicamente si existe un propietario legal. La alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero, explicó:
"Solamente que tenga dueño habrá que revisar en el visor urbano. Bueno, si es protegida, entonces no se puede vender", dijo en entrevista.
No obstante, ambientalistas matizaron que, aunque la mayoría de las islas en el Golfo de California son propiedad de la nación, existen casos donde los terrenos tienen regímenes de propiedad privada, ejidal o comunal.
En el caso específico de Isla Cerralvo, la situación es más compleja: aunque forma parte de un Área Natural Protegida, el régimen de propiedad es privado, ocupado por la familia Ruffo desde la década de 1930.
Sarahí Gómez Villada, del Centro Méxicano de Derecho Ambiental(CEMDA) explicó que aunque es dificil ser dueño de una isla en su totalidad, sí puede haber propiedades privadas o concesiones dentro de islas.
Añadió que, en el caso específico de Isla Cerralvo, si se llegara a vender un predio, cualquier proyecto que se pretenda desarrollar deberá contar con la autorización correspondiente en materia de impacto ambiental, cumpliendo estrictamente con las leyes mexicanas, por lo que no será sencillo concretar una venta en esa zona.
"Está un poquito engañosa la publicidad de venta porque no es que, si lo adquieres, puedas realizar cualquier cosa. Está sujeto a varios procedimientos, como la evaluación de impacto ambiental, por ser parte de un Área Natural Protegida."
Así, entre artículos de uso cotidiano, hoy también se oferta una isla entera en internet. Isla Cerralvo, navegando ahora no solo en las aguas del Mar de Cortés, sino también en los catálogos de venta digital, se presenta como un terreno atractivo para proyectos turísticos, aunque con restricciones legales y ambientales.