El autismo, también conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA), es un trastorno del neurodesarrollo que puede ser presentado por una variedad de síntomas y habilidades, que varían en intensidad debido a que se presentan dificultades en la comunicación social, comportamientos repetitivos y respuestas inusuales a estímulos sensoriales, aunque estas pueden ser diferentes ya que unas personas pueden necesitar apoyo significativo en su vida diaria y otras pueden llevar una vida bastante independiente.
Cabe señalar que este Trastorno del Espectro Autista afecta más a los hombres que a las mujeres, por ello de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera que la incidencia de autismo a nivel mundial es de 3 a 6 niños y niñas de cada 1,000, mientras que en México 1 de cada 115 niños y niñas, es decir casi 1% de la población infantil cuentan con esta condición y 1 de cada 100 niños y niñas en Guanajuato, sin embargo, la incidencia en la adolescencia y vida adulta se desconoce.
El diagnóstico se hace generalmente en la infancia y el tratamiento se centra principalmente en intervenciones tempranas, terapias conductuales, de comunicación y a veces medicación dependiendo de las necesidades individuales.
Por último, el autismo se identifica por el color azul el cual representa la tranquilidad que las familias y las personas necesitan para convivir con esa condición y una pieza de rompecabezas que significa que una persona con autismo no se aísla porque quiere, sino porque necesita el apoyo de los demás.