La condena de Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia, a 12 años de prisión domiciliaria por fraude procesal y soborno marca un hecho histórico: es el primer exmandatario colombiano en recibir una sentencia penal
Pero no está solo. En lo que va del siglo XXI, varios expresidentes de América Latina han enfrentado condenas judiciales, algunos cumpliendo penas de cárcel, otros con procesos abiertos o exiliados para evitar la justicia.
A continuación, un panorama de los casos más representativos por país:
Perú: múltiples condenas en cadena
Fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos. Murió en 2024 tras ser liberado por un indulto humanitario.
Cumple 20 años y 6 meses de prisión por corrupción ligada al caso Odebrecht.
En abril de 2025 recibió 15 años por lavado de activos por recibir dinero de Venezuela y Odebrecht.
En arresto domiciliario desde 2019; la Fiscalía pide 35 años por lavado de dinero.
En juicio oral por presuntos sobornos cuando era gobernador. La Fiscalía solicita 15 años.
Pedro Castillo (2021?2022) Acusado de rebelión y abuso de poder por intentar cerrar el Congreso. En prisión preventiva; piden 34 años.
Panamá: condena, asilo y exilio
Condenado a 10 años y medio por corrupción, se refugió en la embajada de Nicaragua y más tarde obtuvo asilo en Colombia.
Argentina: condenas firmes e históricas
Recibió condenas por corrupción, pero falleció en 2021 antes de que se hicieran efectivas.
Cristina Fernández de Kirchner (2007?2015) La Corte Suprema confirmó en 2025 su condena a seis años de prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua por irregularidades en obras públicas
Brasil: condenas activas y procesos pendientes
Cumple 8 años de condena por corrupción; desde mayo de 2025, en prisión domiciliaria.
Luiz Inácio Lula da Silva (2003?2011, y actual presidente) Fue condenado por varios casos de corrupción, pero todas sus sentencias fueron anuladas. Aún enfrenta procesos abiertos
Ecuador: presidentes prófugos y exiliados
Condenado a 8 años por peculado; vive en EE.UU.
Condenado a 8 años por cohecho. Vive asilado en Bélgica, donde obtuvo estatus de refugiado.
El Salvador: delitos durante y después del cargo
Condenado a 10 años de prisión por desviar más de 300 millones de dólares.
Mauricio Funes (2009?2014) Sentenciado en ausencia a 14 años por delitos vinculados a acuerdos con pandillas. Murió en enero de 2025.
Bolivia: proceso tras la crisis política
Recibió 10 años de cárcel por decisiones tomadas durante su breve mandato tras la salida de Evo Morales.
Honduras: narcotráfico a gran escala
Fue extraditado a EE.UU. y condenado a 45 años por participar en una red de narcotráfico ligada a "El Chapo" Guzmán.
Guatemala: lavado, fraude y sobornos
Cumplió 70 meses de prisión en EE.UU. por lavar sobornos de Taiwán.
Otto Pérez Molina (2012?2015) En 2023 se declaró culpable y fue sentenciado a 8 años de cárcel por fraude y corrupción.
¿Qué nos dice este panorama?
La condena a Uribe no es un caso aislado, sino parte de un fenómeno más amplio: el endurecimiento del control judicial sobre expresidentes en América Latina.
Si bien no todos los casos terminan en cárcel efectiva, muchos enfrentan procesos penales largos, exilios forzados, condenas firmes o inhabilitaciones políticas.
La lista refleja una región donde los escándalos de corrupción y abuso de poder han alcanzado a figuras que antes parecían intocables.