Afuera, pero en primera fila: la otra cara del Festival del Globo

Como cada año, cientos de leoneses y visitantes se acomodaron en las afueras del Festival Internacional del Globo para vivir el espectáculo aerostático.

Desde lejos, el murmullo de emoción se escuchó entre los que llegaron desde las 2 de la mañana hasta los que llegaron justo a tiempo para ver despejar el primer globo.

Aunque muchos llevaban boleto en mano, el interminable tráfico y la odisea de encontrar estacionamiento hicieron que más de uno aceptara la derrota y decidiera quedarse afuera.

Mientras quienes no habían pagado los casi 400 pesos del acceso parecían haber alcanzado la gloria, pues les bastó con llenar el termo de café, ponerse dos chamarras y abrir su silla para disfrutar del desfile de globos que emergían suavemente

Familias enteras improvisaron un picnic nocturno; parejas jóvenes se tomaron fotografías, niños señalaban cada globo que ascendía.

Afuera no hubo escenarios, ni música oficial ni áreas VIP, pero sí hubo risas, silencio compartido y ese momento mágico en el que todos levantan la vista al mismo punto del cielo, afirmando "hay mejor vista".

En León, ver globos volar no requiere boleto, solo tiempo, cobijas y ganas de maravillarse.