La salud sexual se define como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad, no es simplemente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad.
Para lograr y mantener una buena salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos. Esto implica el derecho a tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia, así como el acceso a la educación y servicios de salud sexual.
Cabe señalar que los derechos sexuales son una parte fundamental de los derechos humanos, ya que garantizan el respeto a la dignidad, la libertad y la igualdad de todas las personas en relación con su sexualidad.
Por último, la salud sexual es un aspecto esencial del bienestar general, y no debe ser ignorado ni estigmatizado y lo que se busca con la celebración del Día Mundial de la Salud Sexual es concienciar a la población acerca de la importacia de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos.