El despertar de la generación Z

En lo que podría parecer el despertar de la apatía de los jóvenes en temas políticos, miles de jóvenes salieron a las calles de distintas ciudades del país para manifestarse en favor de causas como la paz, la inclusión, la transparencia gubernamental y el acceso a oportunidades laborales y educativas.

Esta movilización reavivó una pregunta que comienza a instalarse en el debate público: ¿está despertando la Generación Z en México y convirtiéndose en un nuevo actor político y social relevante?

Aunque la Generación Z se define de manera amplia como quienes nacieron aproximadamente entre finales de los noventa y la década de 2010, más allá de fechas exactas, lo que realmente los identifica es haber crecido en un entorno completamente digitalizado, con redes sociales como principal medio de información, organización y expresión política. Sin embargo, los acontecimientos recientes sugieren un cambio de lógica: del activismo en línea al activismo presencial.

Especialistas indican que la Generación Z había sido caracterizada como políticamente pasiva o conformada por activistas de redes, pero esta protesta demuestra que están traduciendo la indignación digital en acción colectiva física.

Lo cierto es que este tipo de movilizaciones, que detonaron en violencia quizá provocada por grupos de choque, dejó en claro que el discurso gubernamental de no represión es una falacia, a pesar de que el gobierno justifica este tipo de movilizaciones como partidistas y de golpeteo contra el gobierno actual.

Más allá del debate político, este momento marca a la Generación Z de forma colectiva. Para muchos jóvenes, es su primera experiencia directa de movilización social, con el aprendizaje que implica organizarse, debatir y enfrentar opiniones encontradas.

¿Es entonces el despertar de la Generación Z? Para los especialistas, sí, aunque en proceso. No se trata aún de un movimiento homogéneo o con estructura sólida, pero sí de una señal clara de participación creciente. Los jóvenes mexicanos están comenzando a pasar del descontento silencioso al activismo visible,