María Fernández, tiene 45 años, trabaja en una empresa de hilos, su jornada laboral es de ocho horas y comenta que solamente tiene 30 minutos al día para almorzar y otros 30 minutos para comer, pero todo el día están parados.
"En mi trabajo entramos a las 6:00 de la mañana y salimos a las 2:00 de la tarde, nuestra primer media hora para desayunar es las 9:00 de la mañana y la segunda a las 12:00 del mediodía, pero el resto del tiempo nos la pasamos paradas, la mayoría somos mujeres y no tenemos ni espacio para una silla.
Nos toca hacer el torcido del hilo para el sector automotriz y para los colchones, sinceramente es muy pesado, pero ya nos acostumbramos yo tengo 3 años así y en ocasiones es si se me hinchan los pies, llegó a casa hasta la noche porque aunque salgo a las 2:00 de la tarde, trabajo en otro lado porque gano $1,800 pesos a la semana", lamentó.
Además, María, platicó que en la empresa en el área de producción no hay espacio para sillas porque pasan los carros para ir poniendo todos los hilos.