Encuentro de fe y trabajo en Montaña de Cristo Rey
"Ora et labora" es la frase latina de los benedictinos que significa "ora y trabaja", la cual expresa la alabanza a Dios junto con el trabajo diario. Para muchos feligreses, el trabajo y la fe son pilares fundamentales en su vida.
La Montaña de Cristo Rey es un punto de encuentro entre la oración y el trabajo, en donde mujeres que se dedican a la venta de comida comparten su fe con los peregrinos que acuden a desayunar.
La venta de platillos como tacos y quesadillas de guisados, chiles rellenos, huevos al gusto constituyen la principal fuente de ingresos de muchas familias de las comunidades cercanas al Cerro del Cubilete.
Alrededor de 60 mujeres se dedican a la venta de alimentos, entre ellas se encuentra la señora María de la Luz Vázquez González, quien comenzó a trabajar desde los 9 años haciendo tortillas de comal en el negocio de comida de su bisabuela.
Para ella, su fe y la gratitud hacia Dios por su familia son su motor para levantarse todos los días a las 5:30 am para salir a caminar hora y media desde la Comunidad El Paraíso hasta la Montaña de Cristo Rey, en donde recibe a cientos de peregrinos que vienen a comer a su negocio.
Para este fin de semana, se quedarán a dormir en sus locales para atender a miles de jóvenes que asistirán a la Marcha Nacional Juvenil a Cristo Rey.
"Yo espero con ansias esta juventud porque yo tengo una hija enferma y de aquí solvento los gastos para mi hija, ella tiene lupus e insuficiencia renal", comentó la señora Vázquez.
Asimismo, indicó que de su trabajo dependen sus 7 hijos y su esposo, quien a causa de un accidente no ha podido desempeñarse laboralmente como antes. A pesar de los retos que representa ser jefa de familia, ella comenta que "todos mis hijos son mi fuerza de voluntad para pararme a trabajar, pero más la vida de mi hija, que depende del Señor de señores".
Mencionó que, cuando su hija tenía 8 años, los doctores le dijeron que le daban tres meses de vida, y que hoy su hija tiene 24 años y su vida es un milagro de Dios.
"Invito a la gente a no perder la fe porque sin fe no hay nada, y la fe mueve montañas, y a confiar en los tiempos de nuestro Señor que son perfectos", dijo la señora Vázquez.
