De acuerdo a datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SMAOT) a nivel estatal se generan diariamente alrededor de 34 mil toneladas de residuos y la generación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en los municipios es de un promedio de 3 mil 840 toneladas al día, la cual depende de manera local de los hábitos de consumo de la población, las actividades económicas en la zona y la época del año.
En lo que respecta a los Residuos de Manejo Especial (RME) las cinco industrias que más generan estos residuos en el Estado son la industria alimentaria, fabricación de equipo de transporte, industria química, fabricación de productos metálicos, industria del plástico y hule, mismas que generan aproximadamente un 80% y los municipios con mayor generación de ubican en el corredor industrial León (31%), Irapuato (12%), Celaya (10), Silao (9%) y San Francisco del Rincón (4%), sumando el 66% respecto al total de generación de residuos de manejo especial.
Por lo anterior el reciclaje es fundamental para la protección del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales en la reducción de residuos, ahorro de energía, reducción de la contaminación, creación de empleo y el fomento de una cultura ambiental, cabe señalar que en la actualidad, el planeta enfrenta serios problemas ambientales debido al aumento de la contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales por lo cual el reciclaje consiste en el proceso de recolectar y transformar residuos en nuevos productos.
Por último, es importante señalar que existen varias formas de reciclar, y todas contribuyen a reducir el impacto ambiental tales como el reciclaje doméstico, puntos limpios o centros de acopio, compostaje, reutilización creativa (upcycling), reciclaje industrial, reciclaje electrónico y programas de reciclaje comunitarios o escolares.
En conclusión, el reciclaje es una acción sencilla pero poderosa y al adoptarlo como parte de la vida cotidiana es un paso fundamental hacia un mundo más limpio, justo y sostenible, en el que cada envase, papel o botella que reciclamos es una pequeña contribución que, sumada a millones de otras, puede hacer una gran diferencia.