Iván Rivera. Un 13 de diciembre de 1997, en la ciudad de León ocurrió algo que no había pasado en 70 años, la caída de una gran cantidad de nieve, algo inusual al menos en la mancha urbana de la ciudad, así lo recuerdan algunos habitantes.
Durante la noche del 12 de diciembre había estado haciendo frío, alcanzando el termómetro los 4 grados centígrados en la zona urbana, y en las zonas serranas llegó al -1 grado.
Al amanecer, dos horas estuvo cayendo nieve que se acumuló en las casas y colonias de la ciudad, lo que provocó que las personas salieran a ver la nieve, un fenómeno natural extraño para la mayoría.
Pero no todas las personas la pasaron bien en la nevada, pues los más vulnerables en asentamientos irregulares padecieron la nevada, como el caso de la señora Lucía Barrientos, quien recién había llegado a León con sus pequeños hijos a la Jacinto López.
"Ahí estaba en la Jacinto López, nos levantamos y estaba para el otro lado la calle, parecían velas de todo lo que nevó; era mucho frío hijo, entonces no teníamos cobijas, estábamos recién llegados a la Jacinto? Todos los niños salían y andaban bien entumidos ¿y ya ve como son de traviesos?, andaban agarrando el hielo, y yo que no quería dejarlos salir, ellos ahí estaban a juegue y juegue, ya hace sus años, ya los muchachos están casados, solo tengo un soltero tienen 40 años, me lo traje de 3 años de la Angostura, ya los demás ya están casados señor", contó Lucía Barrientos, vecina de la Jacinto López