La estrategia del gobierno federal para combatir el robo de combustibles, ha sido reforzar la presencia de las fuerzas armadas en instalaciones de Pemex y los puertos. ¿Pero es suficiente?
A Pemex le robaron más de un millón 400 mil barriles de combustibles, mediante la ordeña de ductos solo en 2021, con una pérdida de 3 mil 700 millones de pesos.
Sorprende saber que esta modalidad se queda corta ante el saqueo que aún se orquesta desde las entrañas de petróleos mexicanos... Es decir, el huachicoleo institucional.
Para dimensionarlo mejor, mientras en 2021 se robaron 4 mil barriles al día ordeñando ductos, dentro de Pemex, en el sexenio de Enrique Peña Nieto el hurto fue de 52 mil barriles diarios en promedio.
Apenas arrancaba su gobierno, el presidente denunció esta práctica.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que de todo el robo solo el 20% se da con la ordeña de ductos... que es una especie de pantalla... y la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades con una red de distribución.
Diversas investigaciones periodísticas coinciden en la existencia de pactos entre funcionarios públicos, trabajadores petroleros, contratistas, ordeñadores y miembros del crimen organizado.
Vamos, está documentada incluso la participación del ejército.
La periodista Ana Lilia Pérez dijo que documentó como en el Istmo de Tehuantepec había un grupo de militares que llegaban a hacer las ordeñas, las conexiones directas y que esos eran los tiempos del General Trauwitz, donde se permitía que llegaran los camiones de Sedena a cargar combustible robado.
El robo en ductos es juego de niños frente otras modalidades que aún se dan.
Eloy Caloca, autor del libro historia de la corrupción en Pemex dijo que "si lo comparamos con el robo que se hace a través de puertos, a través de las plataformas, a través de los barcos, a través de las refinerías, a través de las mismas pipas de la propia empresa".
"Y en el caso de los barcos, bueno hay muchas aventuras de que se cargan en los puertos y trafican en altamar o que le ponen, igual que a las pipas, más de lo que facturan o menos y facturan más".
La estrategia del gobierno federal para combatir el robo de combustibles, ha sido reforzar la presencia de las fuerzas armadas en instalaciones de Pemex y los puertos. ¿Pero es suficiente?
"Por mucho que haya, con todo respeto, las vigilancias de la defensa, de helicópteros de la marina, pues estamos hablando e mar adentro, de gente especializada, de traidores, de conexiones de filtrados y luego compradores de lo mismo robado".
Con información de Gastón García