La fe guadalupana vuelve a encender los corazones en los hogares leoneses

Mientras cientos de creyentes acudieron al tradicional Santuario de Guadalupe, muchos otros decidieron rendir homenaje a la "Morenita del Tepeyac" desde la intimidad de sus casas, levantando coloridos altares llenos de flores, veladoras y plegarias.

En distintos rincones de la ciudad, fue posible percibir el aroma a incienso y el titilar cálido de las velas. Familias enteras se reunieron frente a sus altares, algunos sencillos, otros elaborados, pero todos con un mismo propósito: agradecer.

Desde hace 30 años realizando el altar, la familia Gutiérrez platico que la devoción comenzó por la abuelita, quien además de inculcar la realización del altar, es para agradecer el favor que le pidieron a la Virgen.

"Mí abuelita estaba por tener una cirugía de alto riesgo y le pedimos a la virgen que nos hiciera el favor de protegerla, cuidarla y que saliera con bien, afortunadamente todo salio bien", dijo: Edith Marisela Gutiérrez Arias

Aunque las calles rumbo al Santuario no dejaron de recibir peregrinos, la fe también floreció en silencio dentro y fuera de los hogares, pues ya se tenía todo listo para los rosarios dedicados a la Santa Virgen.

La tradición se mantuvo viva, demostrando que la devoción guadalupana no necesita de grandes procesiones: basta un altar, una vela encendida y un agradecimiento profundo para honrarla.