Les pide dejar atrás creencias católicas y aprobar matrimonios igualitarios
La presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso del Estado, María Eugenia García Oliveros, llamó a los diputados para que dejen a un lado sus ideologías personales y religiosas ante el análisis de las iniciativas para legitimar los matrimonios igualitarios en Guanajuato.
El próximo viernes en la casa legislativa del estado se van a analizar los dictámenes de las iniciativas para realizar reformas al Código Civil del Estado de Guanajuato para establecer el matrimonio igualitario, la legisladora dijo que es momento de dar certeza jurídica a la comunidad LGBT.
"A mis compañeros diputados lo que les puedo decir es que legislemos sin ideologías y lo que les dije, cuando fue el tema del aborto, hagamos uso de nuestra conciencia, pero dejemos la conciencia ajena para los demás, cada quien porta sus zapatos y no podemos opinar si no estamos en los zapatos de los demás. Y a los colectivos les digo que mientras pueda seguir luchando por sus derechos, aquí voy a seguir", expresó.
Apuntó que si bien existe un decreto administrativo establecido en el año 2021 por el ex gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para que las parejas del mismo sexo puedan casarse sin tramitar un amparo, dijo que es necesario llevarlo a ley.
García Oliveros criticó que los diputados panistas son cerrados en el análisis y aprobación de temas que van en contra de sus creencias religiosas, esto a pesar de que se deben a la ciudadanía y sus demandas.
"Por supuesto que están coludidos, ya lo hemos visto, hemos visto fotografías que han subido a sus redes, los diputados con personas de la iglesia católica, pero pues lo usan como bandera para poderse seguir saliendo con la suya, no, insisto a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César y no deberíamos de mezclar", dijo.
Finalmente, dijo que Guanajuato ya no debe ir en contra de las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), misma que en enero de 2010 emitió un fallo para que los matrimonios igualitarios fueran válidos en todo el país y no sólo en el extinto Distrito Federal, en donde ya se habían legalizado.
