El camino para convertirse en empresario suele ser tortuoso, pero para las mujeres todavía se presentan escenarios aún más complicados.
Más que la extensa y pesada burocracia para fundar una empresa se enfrentan a barreras sociales donde son juzgadas por su condición de ser mujeres, en el rol de amas de casa o solteras.
Las predisposiciones sociales de que la mujer no tiene la capacidad de llevar las riendas de un negocio para autoemplearse aún se hacen presentes en pleno siglo XXI.
Pero lamentablemente hoy en día se juzga a las mujeres emprendedoras que buscan sostener a la familia con su propio negocio.
Pero lo social y lo psicológico es fundamental para que sus proyectos también puedan perdurar una tarea doble a lo que se enfrentan.
Las empresas, con hasta tres años en operación fundadas por mujeres, alcanzaron la rentabilidad en un tiempo promedio de 10.8 meses, 10% más rápido que las empresas fundadas por hombres (12 meses); y 50% más rápido que el tiempo promedio general (21.6 meses).
Fuente: Asociación de Emprendedores de México -ASEM-
La lucha permanente de las mujeres por salir adelante en un mundo cruel que constantemente les da la espalda hace que sus proyectos de vida y familia sean aún más fuertes y el éxito más perdurable.