En Guanajuato los sacerdotes católicos viven bajo el asedio de grupos delincuenciales la situación es crítica tanto para la feligresía como para los habitantes de las comunidades religiosas.
A todo esto, se le suma la violencia victimaria en fiestas patronales, en donde por lo menos se han presentado cuatro en las cuales se han registrado 30 personas ejecutadas, la última en San Miguel de Allende donde sicarios dispararon contra la multitud cuando festejaban a la Virgen de San Juan en la Colonia Infonavit Malanquín dejando a dos personas sin vida entre ellas un menor de edad.
En el marco del 10mo Congreso Nacional de la Libertad Religiosa que se realizó en León el prelado dijo que la iglesia católica siempre se va a sumar a las medidas de seguridad.
Actualmente son 7 estados que están realizando mesas de diálogo con las autoridades, pero Guanajuato no está participando todavía.
Las entidades que reportan situaciones críticas en la seguridad de las diócesis son Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas.
En el municipio de León se asegura se toman medidas para garantizar el bienestar y sano esparcimiento de los asistentes a las fiestas patronales.
Pero la violencia además de alcanzar a los feligreses asistentes a fiestas patronales también a lacerado a la iglesia católica, en el último sexenio han sido asesinados 11 sacerdotes.
Los retos y desafíos no solo son exclusivamente de la religión católica lideres de otras creencias velan y pugnan por la seguridad de sus creyentes.