A casi una semana del espectacular robo de ocho joyas de la corona francesa en el Museo del Louvre, las autoridades de París aseguran que el caso avanza con múltiples indicios
Los equipos forenses analizan más de 150 muestras de ADN, huellas dactilares y otros rastros hallados en el museo y en los alrededores, con el objetivo de identificar a los cuatro responsables del asalto, ocurrido en la emblemática Galería de Apolo.
Las joyas, valuadas en 88 millones de euros, forman parte del patrimonio histórico más importante de Francia y su recuperación se ha convertido en una prioridad nacional.

Los investigadores confían en que las pruebas genéticas y los registros de vigilancia permitan identificar pronto a los autores, especialmente si alguno figura en los archivos policiales
Un cerco de cámaras y rastros digitales
Las autoridades han recopilado imágenes de cámaras públicas y privadas de París y sus alrededores, incluyendo autopistas, bancos y comercios.
Gracias a ello, lograron reconstruir parte de la ruta de escape del comando. En los videos más recientes, difundidos este jueves,23 de octubre, se aprecia a dos ladrones descender de una camioneta de mudanzas que usaron para subir hasta el balcón del museo, y huir después en motocicletas.
Las grabaciones confirman que los sensores de las vitrinas y ventanas sí se activaron y que los guardias notificaron la intrusión en tiempo real. Las sirenas y los movimientos de los ladrones quedaron registrados en apenas treinta segundos de metraje
Fallos en la seguridad del museo
Pese al funcionamiento de las alarmas, el robo puso al descubierto deficiencias en la seguridad perimetral del museo más visitado del mundo.
El sistema de vigilancia carece de cámaras en algunas fachadas exteriores, lo que facilitó la huida de los delincuentes.
Los investigadores interrogaron a los guardias de la sala, sin descartar posibles complicidades internas.

La dirección del museo, por su parte, reconoció la necesidad de reforzar la seguridad y solicitó la instalación de una comisaría dentro del recinto
Contrarreloj para salvar las joyas
Las autoridades francesas trabajan con la hipótesis de que las joyas podrían ser desmanteladas para extraer sus piedras preciosas y fundir los metales.
Sin embargo, confían en que la amplia cobertura mediática y el valor simbólico de las piezas disuadan a los ladrones de alterar los objetos.
La operación para recuperarlas continúa, mientras Francia observa expectante uno de los golpes más audaces sufridos por su patrimonio cultural.