Como cada año, comerciantes aprovechan la afluencia de gente en los cementerios de la ciudad para instalarse con ventas de diversos productos, incluso de servicios funerarios.
No obstante algunos de ellos aseguraron que las ventas durante este primero y dos de noviembre no fueron las esperadas, y en algunos casos la disminución fue de un 40 por ciento menos que el año pasado.
Venta de comida, flores, arreglos para tumbas, fritangas, botanas, pan, ropa, disfraces e incluso criptas fúnebres se podían a preciar en los 9 panteones de la ciudad, principalmente en el de San Nicolás y el Norte, los cuales, a decir de la dirección de Salud Municipal se incrementó en un 15 por ciento la afluencia de visitantes.
Sin embargo, las visitas no se vieron reflejadas en los centenares de puestos ambulantes a los alrededores de los panteones.
Arturo Ruiz Escobedo, comerciante dijo que las ventas fueron mejores en 2024., pero que al menos se recuperó lo invertido, pero si ha habido menor utilidad.
Aunque no todos reportaron bajas ventas, algunos puestos de comida lucieron abarrotados desde temprana hora.