El colorido, belleza, seguridad, tranquilidad y paz de una ciudad como San Miguel de Allende se ha visto manchada en los últimos meses con el incremento de los delitos de alto impacto, los cuales incluyen una masacre a una familia.
San Miguel de Allende es considerada una de las ciudades más seguras de México. Según datos de diversas fuentes, la tasa de criminalidad de la ciudad es relativamente baja en comparación con otras partes del país.
A decir de las autoridades, la violencia generada en el municipio es por conflictos personales y familiares, como el asesinato de tres personas el 30 de diciembre pasado en la Avenida Bicentenario. Este asesinato múltiple se suma a otros hechos violentos ocurridos en el municipio en las últimas semanas. De acuerdo con fuentes oficiales, este mismo día se registraron otros tres homicidios en diferentes puntos de San Miguel de Allende, lo que eleva a seis el número de muertes violentas en el municipio en solo 24 horas.
Los delitos violentos, como homicidios y secuestros, son poco frecuentes, hasta ahora, pero en tan solo en diciembre de 2024 se registraron 22 homicidios y enero cerró con 15 homicidios, una leve disminución comparada al mes anterior.
Los turistas suelen considerar que las zonas centrales de la ciudad, como El Jardín y la Parroquia de San Miguel Arcángel, son seguras y están bien vigiladas por la policía local y muchos sanmiguelenses que los problemas son en la periferia y la zona rural
A pesar de ser una ciudad tranquila, si usted vive o viaja a San Miguel de Allende o cualquier lugar del País, es fundamental mantener sus pertenencias seguras, sobretodo en lugares con alta presencia de personas.
Los paseos nocturnos suelen ser seguros, sobre todo en zonas pobladas y bien iluminadas. Se recomiendan los taxis y los servicios de transporte compartido para los viajes nocturnos. Asegúrese siempre de utilizar proveedores registrados o de buena reputación.
Los servicios de emergencia son confiables y se puede acceder fácilmente a la asistencia médica y policial. Es útil tener a mano números de contacto de emergencia, como el 911 para emergencias generales.