Seguramente alguna vez te has preguntado por la historia de tu ciudad, por los enigmas que guarda cada calle, casa, escultura o por cualquier acontecimiento que te sacudió la memoria, simplemente conocer el pasado de diversos aspectos sociales, culturales y políticos de tu municipio.
Los archivos históricos se encargan de resguardar una evidencia de derechos, testimonios de la vida cotidiana y fuentes de información para investigar sobre diversos temas de interés.
De acuerdo a La Ley General de Archivos, todo municipio tiene la obligación de organizar los archivos en tres etapas: trámite, concentración y archivos históricos, según sea el ciclo de vida del documento.
En datos del Sistema de Información Cultural de México, en Guanajuato existen 50 archivos históricos, siendo los mejores, los que se encuentran en los municipios de León, Irapuato, y la capital del estado, este último donde se resguarda más de 200 años de historia.
Sin embargo, Silao, es un municipio que apunta a estar perdiendo su identidad pese a su riqueza histórica.
"Ha existido una falta de interés por parte de las autoridades municipales, y el poco impulso a la cultura, Silao ha sido escenario de varios episodios históricos y esa documentación no ha sido conservada de la forma debida". mencionó Licenciado en Historia, Samuel Nicolás Gasca Lizama.
Silaoenses destacan que mucha de la información histórica ha sido recopilada por diversos autores publicados o bien por esta memoria en colmena que surge en plática con personas de la tercera edad.
Hoy, existe la Inteligencia Artificial, una herramienta que ha ayudado a digitalizar, preservar, organizar, interpretar y difundir esos archivos, permitiendo restaurar documentos dañados, mejorar la legibilidad y hasta "reconstruir" partes faltantes con modelos de visión computacional.
En resumen, es fundamental que en Silao se concrete un archivo histórico, pues de ser así, los ciudadanos podrán comprobar hechos y evitar que la historia se distorsione, y no solo utilizarlo como un depósito de papeles viejos, aprovechar de su función y utilizarlo como herramienta de memoria, justicia y cultura.