La industria tortillera en Guanajuato, como en todo el país vive un escenario de creciente incertidumbre, los bloqueos carreteros que realizan los productores agrícolas, la escalada en las negociaciones del precio de garantía del maíz y la presión del costo logístico y de insumos podrían derivar en ajustes en el precio al consumidor final, de entre 2 y 4 pesos.
Aunque las negociaciones no han concluido y hay una tensa calma luego de acuerdos entre el gobierno federal, gobiernos estatales de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, y los agricultores, se prevé una alza al alimento básico de los mexicanos
En el estado, la secretaría local del campo ya negocia para que las tortillerías adquieran maíz de productores guanajuatenses y apoyen al sector agrario local.
Aunque la cadena de producción está bajo presión, el sector tortillero enfrentará el alza del maíz, enfrentan costos crecientes como insumos, refacciones entre otros.
Homero López, presidente de la Asociación Nacional de Tortilleros, aseguró que el precio de la tortilla va a subir mientras haya estos conflictos y no haya un subsidio como lo hubo en sexenios pasados y es que desde 1989 no hay subsidio al tema de la tortilla,
No obstante, el riesgo existe: los industriales advierten que si el maíz continúa costando más y los insumos (harina, energía, transporte) suben, esa presión se trasladará al consumidor. Miguel Márquez, senador por Guanajuato, lanzó un exhorto a los empresarios harineros y tortilleros de apretar el cinturón en beneficio del campo.