Dicen que en política no hay casualidades, y todo sucede por una razón, por algún interés o por la compra de voluntades de quienes tienen en sus manos la decisión en momentos claves para grandes cambios en la vida de todos los mexicanos.
La traición es una constante entre los políticos mexicanos, quienes por sus aspiraciones y ambiciones pueden llegar a cambiar sus ideales y traicionar a quienes les dieron su respaldo para llegar a esos cargos de toma de decisiones, como la acontecida en el Congreso de Guanajuato donde se archivó la iniciativa para despenalizar el aborto.
Este es un fenómeno que se da en todos los partidos políticos y conlleva demasiadas aristas.
Pero esta no es la primera vez que sucede en Guanajuato?
Lo cierto es que las traiciones y cambios de aparente conciencia destapa situaciones que responden a intereses ajenos a las propias convicciones. Y aunque no es nuevo este mecanismo de decisión, recordamos uno de los más icónicos de este tema, como el del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, antes del PAN, ahora afiliado a Morena, y su voto a favor de la reforma al Poder Judicial se interpretaron como una de las compras de voluntades más evidentes en la vida política mexicana.
En sus conciencias sabrán si fueron valores, convicciones o intereses personales, lo cierto es que estas traiciones seguirán registrándose, más aún cuando las mayorías absolutas están casi extintas.