Una de las noticias más desgarradoras que una persona con enfermedad renal crónica puede escuchar, es que su única opción de vida sea recibir un trasplante de riñón.
Y es que si de por sí los procesos previos a este paso, como lo son la diálisis y hemodiálisis son un cambio radical en los estilos de vida para los pacientes y sus familias.
Pero cuando la única esperanza para combatir esta enfermedad es un trasplante de riñón, se mezclan sentimientos de esperanza y frustración ante el proceso para recibir el órgano que pueda salvarles su vida a los pacientes.
Y es que en Guanajuato existen 1 mil 880 personas se encuentran en lista de espera por un riñón, en lo que va de este 2025 se han procurado 53 contra 145 que se lograron donar en 2024. (Fuente Secretaría de Salud de Guanajuato)
En la entidad, los tiempos de espera han disminuido, sobre todo para menores, ya que desde 2017 ellos son prioridad para recibir un órgano.
El apoyo de la familia es fundamental cuando la palabra trasplante se convierte en tema diario entre familiares y amigos de una persona con esta enfermedad.
Lo cierto es que la vida de un paciente en espera de un trasplante cambia de manera radical, afortunadamente las autoridades en esta materia han abierto un abanico de posibilidades y han hecho esfuerzos interinstitucionales para que los resultados sean más prontos y exitosos.