“Trastornos de la conducta alimentaria: Comprender lo invisible”

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades de origen psicológico y emocional, que afectan gravemente la relación de una persona con la comida, peso e imagen corporal mismos que pueden poner en riesgo la salud física, emocional y social por lo cual requieren un tratamiento especializado.

Entre los tipos más comunes se encuentran la anorexia nerviosa la cual está marcada por la restricción de alimentos, miedo intenso a subir de peso y una percepción distorsionada del cuerpo, bulimia nerviosa la cual consiste en episodios de atracones seguidos de conductas compensatorias como vómito autoinducido, uso de laxantes o ejercicio excesivo y el trastorno por atracón en el que se presentan episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos sin realizar conductas compensatorias.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el informe "Tasa de casos nuevos de enfermedades sobre trastornos mentales y del comportamiento seleccionados y entidad federativa según sexo", señalo que en el 2017 dicha tasa de nuevos casos de los principales trastornos de conducta alimentaria por cada 100 mil habitantes fue de 1.40, en 2018 incrementó a 1.46 y en 2019 fue de 1.70, último dato registrado oficialmente.

En estos datos se arrojó que las entidades que destacan con más tasas son Chihuahua con 5.73 y Guanajuato con 4.45 en 2019 de nuevos casos de varones, cifras por encima de la media nacional en contraste con Querétaro con 0.18 y Durango con 0.44 de nuevos casos por cada cien mil habitantes.

Los TCA pueden afectar en la salud y tener consecuencias en el corazón, riñones, huesos, sistema hormonal y salud mental mismos que si no se tratan, pueden volverse crónicos o poner en riesgo la vida, por ello la recuperación es posible, pero puede ser un proceso largo que requiere apoyo y comprensión.

Por último, cada 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), fecha que busca visibilizar una problemática de gran relevancia para la salud pública, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes.