Los sectores productivos del país levantan la voz ante lo que llaman el "colapso" de las políticas económicas impulsadas por el gobierno de la Cuarta Transformación. Empresarios señalan que los recientes embates arancelarios, la corrupción en las aduanas y las políticas migratorias de EUA han generado un ambiente de incertidumbre que pone freno a la competitividad de México.
El impacto se siente en las exportaciones en el consumo interno. Las aduanas son un foco rojo. La corrupción no se ha erradicado, la burocracia ahuyenta capitales.
A esto se suma el descontento de los empresarios del sector turístico y comercial, quienes advierten que las políticas migratorias de Estados Unidos, sumadas a la falta de incentivos desde México, han limitado el regreso de los paisanos durante las temporadas altas.
El flujo de dólares que ingresaba por remesas y turismo migrante reactivaba las economías locales; hoy eso se ha reducido notablemente.
Tan solo en diciembre los guanajuatenses que vienen de los EUA ocupan el 40 por ciento de las 9 mil habitaciones de hoteles que hay en la ciudad zapatera de León
Guanajuato es uno de los estados que más remesas recibe en México. En el 2024, el estado recibió más de 5 mil 500 millones de dólares por este concepto.
Empresarios y ciudadanos coinciden en que urge restablecer el orden, aplicar la ley y sancionar a los infractores que afectan la atracción de inversiones.
México no puede darse el lujo de perder confianza ante los inversionistas por falta de control y la imperante corrupción.
El panorama económico se mantiene incierto, y el llamado de los sectores productivos es claro: el país necesita reglas firmes, instituciones sólidas y un verdadero compromiso del gobierno para recuperar la confianza y estabilidad económica.