¿Cuántas veces no hemos tenido que tirar comida porque "ya caducó"?
El jitomate con hongos, el jamón que ya no se ve comestible, la carne que lleva dos semanas olvidada en el refrigerador... la sacamos con toda tranquilidad y pensamos:
"Ni modo, luego compro más, no pasa nada."
Pero sí pasa
No ha sido una vez ni dos. Han sido tres, cuatro? o tantas que ya ni llevamos la cuenta. Y aunque parezca una acción mínima, esa comida que tiramos forma parte de las más de 20 millones de toneladas de alimentos que se desperdician cada año en México.
Y no se trata solo de tirar comida. Estás tirando:
Cada vez que desperdiciamos, el impacto es mucho más grande de lo que parece
¿Qué se desperdicia en casa y por qué?
Frutas, verduras y pan: esos son los alimentos que más terminan en la basura en los hogares. ¿La razón? Son perecederos y, si no se almacenan correctamente, se estropean rápido. A eso se le suma la falta de organización en el refrigerador o la despensa, que hace que los alimentos queden olvidados hasta que ya es demasiado tarde.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada persona en México desperdicia en promedio 54 kilos de comida al año, y América es responsable del 20% del desperdicio global que ocurre desde la cosecha hasta que los alimentos llegan al comercio minorista.
Como lo mencionamos en la nota De la granja a la basura, esta práctica tiene consecuencias ambientales muy graves:
Y mientras tanto, más de 20 millones de mexicanos enfrentan inseguridad alimentaria. Es decir, no tienen garantizado el acceso a alimentos suficientes. En este contexto, el desperdicio agrava la desigualdad: lo que unos tiran podría alimentar a otros
¿Cómo se desperdicia la comida en casa?
Los hábitos que más contribuyen al problema son:
Comer fuera muy seguido: no hay problema con eso, a menos que tengas comida en casa que terminará caducando
¿Cómo evitar el desperdicio de comida en casa?
Una vez que entendemos cómo y por qué desperdiciamos alimentos en casa, es mucho más fácil saber qué hacer para poner manos a la obra y reducir ese desperdicio.
Aquí van algunas acciones simples pero efectivas:
También puedes explorar técnicas tradicionales como la fermentación o el encurtido para conservar alimentos por más tiempo
Evitar el desperdicio no es solo una forma de ahorrar dinero, también es una forma de ser más consciente y solidario con quienes no tienen suficiente, y de cuidar los recursos del planeta. Cada acción, por pequeña que parezca, suma.
¿Te animas a intentarlo esta semana?