El Gobierno de Brasil manifestó este 13 d octubre su apoyo a México tras las lluvias torrenciales que, entre el 6 y el 9 de octubre, dejaron al menos 64 muertos y 65 desaparecidos en diversas regiones del país
Los estados más afectados fueron Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro, según reportes oficiales.
El Ministerio de Exteriores brasileño señaló que el Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva recibió la noticia "con consternación" y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, así como al Gobierno y al pueblo de México, en particular a las comunidades golpeadas por estos desastres naturales.
La Cancillería brasileña recordó que la crisis climática intensifica los fenómenos meteorológicos extremos, haciendo que eventos como las lluvias mexicanas sean cada vez más recurrentes.
En este contexto, el Gobierno de Brasil insistió en la necesidad de "acciones urgentes y concertadas" por parte de la comunidad internacional para mitigar los impactos de este tipo de catástrofes
Impacto de las lluvias y huracanes
Las precipitaciones registradas en esos cuatro días fueron comparables a la mitad del promedio anual en las zonas afectadas, generando miles de damnificados y causando graves daños en viviendas, negocios e infraestructura en más de un centenar de municipios.
Este fenómeno se relaciona con los huracanes Raymond y Priscilla, que afectaron el Pacífico mexicano durante esos días.
La Cancillería de Brasil también informó que, hasta el momento, no hay registro de ciudadanos brasileños entre las víctimas.
Además, recordó que el país suramericano será sede de la cumbre climática de la ONU (COP30) en noviembre, en la ciudad amazónica de Belém, evento en el que se espera avanzar en estrategias globales frente al cambio climático y los desastres naturales
El Gobierno brasileño enfatizó que la tragedia en México subraya la urgencia de cooperación internacional para enfrentar fenómenos climáticos extremos. La solidaridad expresada busca reforzar la colaboración entre naciones y la preparación ante eventos futuros que pongan en riesgo vidas y comunidades.