GUASAVE, SINALOA.- Entre los límites del municipio de Sinaloa y Guasave se encuentra Bamoa Pueblo, una comunidad que conserva en sus calles y casas antiguas la memoria viva de generaciones. Según historiadores, la comunidad ya existía mucho antes de la llegada de los españoles; sin embargo, su fundación se documentó en 1536 con la llegada del explorador español Álvaro Núñez Cabeza de Vaca.
Este rincón sinaloense es un claro ejemplo de cómo la tradición y la identidad resisten el paso del tiempo. Los propios habitantes lanzaron la iniciativa "Coloreando Bamoa", que busca embellecer el centro del pueblo con fachadas pintadas en vivos colores, rescatando su legado cultural para obtener el reconocimiento como "Pueblo Señorial".
En el lugar, puedes visitar la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, una iglesia construida en 1879, sobre los cimientos de la primera iglesia que fue destruida con el tiempo.
Uno de los puntos turísticos más destacados es el Puente Rojo, una estructura ferroviaria del siglo XX que fue construida en 1929. Este puente no solo conecta comunidades, sino que también ofrece una vista privilegiada del majestuoso Río Sinaloa. Es un sitio ideal para el esparcimiento: sus orillas son escenario de paseos familiares, pesca y sesiones fotográficas con atardeceres que tiñen el cielo de tonos dorados y anaranjados.
La experiencia turística no termina en Bamoa Pueblo. A tan solo unos minutos se halla la comunidad de Orba, cuna de la legendaria cantante María del Rosario Valdez Campos, mejor conocida como Chayito Valdez o La Alondra de México. Nacida en Orba, Chayito alcanzó reconocimiento nacional por su voz única y por su extensa trayectoria en la música regional mexicana. Gracias a ello, se convirtió en un símbolo de orgullo regional.
Los visitantes pueden acudir al panteón de la comunidad, donde descansan sus restos, en un sitio que se ha convertido en un punto de encuentro para sus admiradores y un homenaje constante a su legado.
Visitar Bamoa Pueblo y sus alrededores es sumergirse en un viaje por la historia, la música y la naturaleza. Entre casas antiguas que narran su propio pasado, paisajes ribereños que invitan al descanso, y la memoria viva de una de las grandes voces de Sinaloa, esta zona de Guasave se presenta como una joya turística por descubrir.