Cada día, la Cruz Roja delegación Los Mochis atiende 18 choques en la ciudad, muchos de ellos en avenidas transitadas por niños y familias. La falta de iluminación y semáforos en puntos críticos convierte las calles en verdaderas trampas. Los más pequeños temen salir de sus casas y cruzar avenidas con intenso tráfico. La seguridad vial no puede esperar.
Zonas oscuras: un peligro que mata
"Hay postes de luz los cuales no tienen iluminación, por las noches estas zonas se vuelven oscuras e inseguras para las personas que caminan por ahí", Diego, ciudadano afectado.
Ahome enfrenta un rezago del 40% en alumbrado público. De las 40 mil lámparas instaladas, cerca de 20 mil están inservibles. A principios de diciembre se instalaron 800 lámparas nuevas, pero la mayoría de las calles sigue sumida en la oscuridad, exponiendo a niños y vecinos a accidentes y delitos.
Algunas de las colonias donde el rezago de alumbrado es más intenso incluyen: Siglo 21, Primavera, Las Azucenas, Nuevo Siglo, Tulipanes y Las Mañanitas, barrios donde los vecinos caminan entre sombras y temen por su seguridad al transitar de noche.
Cruces peligrosos: niños en riesgo
Para los niños, cruzar avenidas como el bulevar Pedro Anaya y Niños Héroes no solo es peligroso: es una bomba de tiempo de accidentes.
"El cruce del bulevar Pedro Anaya y Niños Heroes, es un lugar donde pasan muchos carros y al cruzar por ahí puede ser peligroso, especialmente quienes vamos a la escuela o regresamos a nuestras casas", Diego, ciudadana afectada.
Dana, una niña afectada, subraya que los semáforos no son un lujo, sino una cuestión de vida o muerte:
"Un semáforo no es solo que cambia de color, es una forma de asegurarnos de que las niñas y niños podamos cruzar tranquilamente, sin miedo a que un auto no nos vea o que no alcance a frenar", Dana, ciudadana afectada.
Promesas y cifras: la ciudad necesita acción ya
El Ayuntamiento de Ahome anunció la instalación de 14 semáforos, con una inversión superior a 7 millones de pesos, en intersecciones críticas. Sin embargo, mientras se implementan estas medidas, los niños y vecinos siguen expuestos al peligro.
La realidad es clara: cada cruce sin semáforo, cada calle sin luz, es un riesgo real para la vida de la ciudadanía.
La oscuridad y los cruces peligrosos no son problemas menores: son una amenaza directa para la vida de los niños y vecinos de Los Mochis. Cada paso, cada cruce, puede ser fatal.
