Las carnitas es un platillo tradicional mexicano que despierta pasiones y despierta el apetito con solo olerlas. Sin embargo, también son consideradas por muchos como un "gusto culposo" debido a su alto contenido calórico y su proceso de cocción en manteca. Aun así, su sabor inigualable hace que pocos puedan resistirse a esta delicia.
Su preparación consiste en cocinar lentamente carne de cerdo, como la maciza, costilla, buche, cuerito y hasta vísceras, en manteca caliente, hasta lograr una textura crujiente por fuera y suave por dentro.
El proceso comienza cortando la carne en trozos y colocándola en un cazo de cobre, donde se cuece junto con ingredientes como ajo, cebolla, laurel, naranja y sal. La cocción puede tardar varias horas, lo que permite que la carne se impregne de sabor y adquiera una consistencia jugosa y sabrosa.
Una vez listas, se sirven en tacos o acompañadas de tortillas de maíz recién hechas, salsa, cebolla, cilantro y limón. Aunque también por su versatilidad, pueden disfrutarse en tortas, con arroz o como parte de un platillo más completo.
Las carnitas representan esa dualidad tan humana entre el placer y la culpa. Son un recordatorio de que, a veces, los sabores más intensos provienen de las recetas más sencillas y tradicionales.