Obed Yahir, un joven paramédico de apenas 25 años de edad, adscrito a la Cruz Roja de la delegación Navolato, fue encontrado sin vida en la sindicatura de Costa Rica, municipio de Culiacán, luego de haber sido presuntamente privado de la libertad por sujetos armados que se desplazaban en al menos tres vehículos. El hecho ocurrió mientras el socorrista se encontraba fuera de servicio, en el malecón de Altata.
Aunque las autoridades no han emitido aún un informe oficial sobre las circunstancias del crimen ni se han anunciado detenciones, compañeros y representantes del sector han alzado la voz para exigir respeto, seguridad y comprensión hacia quienes se dedican a salvar vidas.
Manuel García, jefe de socorros de la Cruz Roja en Los Mochis, expresó su solidaridad con la familia y compañeros de Obed Yahir, al tiempo que subrayó la necesidad de que la sociedad valore y respete el trabajo que realiza el personal de emergencias médicas.
"No sabemos con certeza las causas de lo ocurrido, pero sí recalcamos constantemente a los compañeros la importancia de actuar con respeto, formular las preguntas necesarias al paciente, y mantenerse alerta durante los servicios," explicó García.
Explicó que, en muchas ocasiones, los usuarios o familiares pueden molestarse por la cantidad de preguntas que realiza el personal médico, sin comprender que estas forman parte del protocolo para ofrecer una atención segura y efectiva.
"Hay quienes creen que es como levantar un costal, pero no es así. Tenemos que saber qué siente el paciente, qué síntomas presenta, dónde está el dolor. Esa información es vital para iniciar el tratamiento desde el primer momento," enfatizó.
El proceso de atención, recordó García, inicia desde la llamada al número de emergencias, en la que los radioperadores recaban datos clave para ubicar el domicilio y orientar a la ambulancia. Muchas veces, incluso, se ofrece asistencia telefónica en lo que el equipo llega al sitio.
"Se les indica qué hacer si es un infarto, si hay sangrado o si la persona está inconsciente. Pero si el familiar está molesto o agresivo, se complica todo. Por eso pedimos comprensión y colaboración," añadió.
En cuanto a la seguridad del personal, señaló que se mantiene un protocolo básico de precaución, como asegurar el entorno antes de ingresar a un domicilio y buscar el acceso más seguro, especialmente cuando acude una mujer paramédica
"Vamos a seguir trabajando como siempre lo hemos hecho: con responsabilidad, respeto y profesionalismo. Pero sí pedimos a la ciudadanía que nos permita hacer nuestro trabajo. Nosotros solo queremos salvar vidas," concluyó.