Guasave, Sinaloa.- Desde hace más de 50 años, Amalia López de Valdez espera con entusiasmo la llegada de los meses de octubre, noviembre y diciembre, cuando puede ofrecer sus tradicionales dulces mexicanos durante las fiestas patronales del municipio de Guasave.
Originaria de Culiacán, pero guasavense de corazón, Amalia llegó al municipio hace seis décadas junto a sus padres, quienes se dedicaban al comercio de frutas. Fue idea de su padre iniciar con la venta de dulces típicos, una tradición que, más que por necesidad, Amalia ha continuado por gusto y pasión durante toda su vida.
Quienes conocen a doña Amalia y disfrutan de sus dulces, saben que pueden encontrarla, como cada año, en la verbena popular de la Virgen del Rosario y también en la Feria de Bamoa. Su simpatía y calidez la han hecho ganarse un lugar especial en el corazón de sus clientes, quienes la han acompañado fielmente a lo largo de más de medio siglo de dedicación y dulzura.
"A mi padre le pareció buena idea vender dulces, como él tenía una frutería, entonces de ahí nosotros seguimos con esa tradición. Soy de Culiacán, pero me considero de Guasave, porque aquí tuve a todos mis hijos. Quiero mucho a Guasave y a Bamoa; para mí es un pueblo mágico, porque nos va muy bien y la gente es muy atenta y muy simpática."
Con doña Amalia, sus clientes disfrutan una amplia variedad de dulces tradicionales: cubiertos de calabaza, membrillo, dátil, higo, ciruela, guayabate, gomitas, pistaches y muchos más.
Ella se dice orgullosa de lo que este noble oficio representa para su familia y para sus clientes, pues gracias a su esfuerzo y perseverancia logró apoyar a su esposo y sacar adelante a sus seis hijos. Se emociona al saber que, en estas fechas, tanto la gente de Guasave como la de Bamoa la busca no solo por el sabor de sus dulces, sino también por la calidez y simpatía que la caracterizan.
Desde los 17 años, Amalia heredó de sus padres este oficio que, con el tiempo, se convirtió en una tradición familiar. Hoy lo conserva con gran cariño y asegura que seguirá con la venta de sus dulces mientras la vida y la salud se lo permitan.
"Me buscan mucho aquí, y también en Bamoa Pueblo. Me siento muy orgullosa porque aquí en Guasave la gente es muy compradora y muy cálida. Yo me considero de aquí, porque aquí tuve a mis hijos. Yo soy guasavense, y pues aquí estamos, mientras podamos."