Pese a que en 2025 se anunció un paquete de 110 millones de pesos destinado a obras prioritarias para el municipio de Ahome, con aportaciones de los gobiernos Federal, Estatal y Municipal, entre ellas la rehabilitación de drenajes sanitarios, el panorama hoy es cada vez más grave.
La crisis del drenaje en el municipio de Ahome ha dejado de ser solo un problema sanitario: ahora está golpeando directamente la economía local. En zonas comerciales como el fraccionamiento Los Ángeles, sobre la avenida Pasadena, los desbordamientos de aguas negras han obligado a cerrar varios negocios y ahuyentado a la clientela.
"Ahí cerraron donde venden mariscos, cerraron porque no se puede comer así, también la de las carnitas, claro ha bajado la venta, la gente a veces dice que huele feo".
"Han caído carros ahí adentro, cada rato caen, pusimos las cubetas esas y de todos modos se caen o se las llevan pero ha caído mucho carro ahí", Guadalupe Leyva, comerciante afectado.

Aunque la Ley de Ingresos 2025 contempla un incremento del 2.7% respecto al ejercicio anterior, con un presupuesto total de 2 mil 64 millones de pesos, ese aumento no se ha reflejado en mejoras para la ciudad.
Por el contrario, el deterioro de la infraestructura sanitaria rebasa la capacidad municipal y amenaza con un colapso total del sistema de drenaje.
A esto se suma que el Congreso del Estado aprobó recientemente la reforma al Decreto 60, que reduce los recursos para la rehabilitación de drenajes colapsados en Ahome: de 18 millones 594 mil 503 pesos a 16 millones 735 mil 052 pesos.
"No nomás es salir y decir no tengo los recursos suficientes, tienen que buscar etiquetar, llamar al Gobierno del Estado o buscar algún recurso federal con la Conagua con quien tenga que hacerlo para bajar ese recurso y poder sacar adelante esta situación que ya tenemos varios años con ello", Manrique Nielsen, presidente de PRI Ahome.
Los Mochis se ahoga entre aguas negras, malos olores y el abandono oficial. Mientras las ventas caen y los riesgos sanitarios aumentan, la promesa de un drenaje digno se hunde bajo tierra, igual que la confianza de sus habitantes.
