Con su textura crujiente y jugosa a la vez, el chicharrón de Pork belly se han convertido en un verdadero gusto culposo que conquista el paladar de cualquiera.
Su carne suave, combinada con una capa de grasa que se derrite en la boca, crea un festín para los sentidos, este corte proviene de la panza del cerdo y si se corta y cura, se transforma en el tocino que muchos conocen.
" La panceta del cerdo es la parte donde se hace el tocino , lleva grasita entre las carnes, va otra capa de carne y otra de grasa pero es una grasita sabrosa" Fabian Armenta, propietario de "Carnitas la Palapa"
En Los Mochis, Don Fabian Armenta ha ganado fama por su estilo único de preparar este delicioso platillo, combinando técnicas tradicionales con un toque personal que resalta el sabor de la carne y la textura crujiente de la piel.
"Esta muy blandito, muy crujiente y el guacamole es puro aguacate" José Orduño, Cliente frecuente
El proceso inicia con la precocción de la panceta de cerdo junto con diversas especias, lo que permite que la carne absorba todos los sabores y adquiera una textura jugosa y deliciosa, para posteriormente pasarlo al aceite caliente.
" La precocida es para sacar las impurezas de la carne, el jugo, la sangre , ahí es donde nosotros le damos el toque" Fabian Armenta, propietario de "Carnitas la Palapa"
La experiencia se complementa con un rico guacamole, salsa verde, roja y la especial de la casa con cebolla morada y tortillas de maíz, convirtiéndolo en un deleite adictivo para quienes buscan una experiencia culinaria sin complicaciones.
"Ofrecemos los molcajetes de guacamole que es el plus que lleva el chicharrón, a mucha gente le gusta sumergirlo en el guacamole y que haga cronch " Fabian Armenta, propietario de "Carnitas la Palapa"
Desde tacos hasta versiones horneadas o a la parrilla, el pork belly demuestra que, aunque sea un gusto culposo, puede transformarse en una experiencia gastronómica que nadie quiere perderse.