El aumento del 17% al salario mínimo, propuesto en el Senado como parte de un proyecto para que este cubra dos canastas básicas una alimentaria y otra no alimentaria ha generado incertidumbre entre el sector empresarial, especialmente por el posible efecto inflacionario que podría derivarse en productos y servicios.
Esteban Morales, vicepresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Los Mochis, expresó que si bien desde la organización se ha impulsado históricamente que el salario mínimo esté por encima de la inflación, considera preocupante el impacto colateral de este tipo de incrementos.
"Creíamos que lo que se tasaba como canasta básica era irreal respecto a la realidad de nuestros ciudadanos. Es importante que el trabajador tenga un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades", señaló Morales. Sin embargo, advirtió que este tipo de medidas también incrementan otros costos como impuestos y derechos que se calculan con base en el salario mínimo o la UMA (Unidad de Medida y Actualización).
Al respecto señaló el aumento en las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que también se ajustan en función del salario mínimo. "Es muy fácil desde un escritorio decir que suben 20%, pero la calidad del servicio no mejora en la misma proporción", aseguró.
Consideró que, las empresas que son las responsables de retener y pagar esas cuotas enfrentan aumentos significativos sin que exista un beneficio directo para los trabajadores en términos de servicios de salud o atención médica.
La propuesta legislativa tiene como objetivo reducir la brecha entre el salario mínimo y la línea de pobreza por ingresos, garantizando que los trabajadores puedan cubrir no solo alimentos, sino también bienes y servicios esenciales. No obstante, el sector patronal hace un llamado a revisar también el destino y la eficiencia del gasto público derivado de este tipo de incrementos.