Mientras en todo el estado se dio inicio al ciclo escolar 2025-2026, el Jardín de Niños Ignacio Ramírez, ubicado en el Campo 1, volvió a comenzar clases entre apagones y calor extremo. Por tercer ciclo escolar consecutivo, el plantel opera sin una red eléctrica funcional que soporte la demanda básica de energía, poniendo en riesgo la salud de los menores y provocando una alarmante deserción escolar.
La directora del plantel, Jazmín Miranda, denunció que la instalación eléctrica actual no permite operar de forma simultánea las tres aulas del preescolar, lo que deriva en apagones constantes cada 10 o 15 minutos. "Si las tres aulas están encendidas, constantemente se bota la pastilla. El voltaje simplemente no lo soporta", señaló.
A esta grave deficiencia se suma el calor extremo que azota la región. Sin energía suficiente para operar ventiladores o mini splits, las condiciones dentro de las aulas se vuelven insostenibles para los niños. Este lunes, los alumnos apenas pudieron permanecer un par de horas en clases. "Llegaron a las 9 y se fueron a las 11 de la mañana porque ya no se aguantaba el calor", explicó la directora.
Este problema no es nuevo. Desde hace tres ciclos escolares, el jardín enfrenta la misma situación sin que hasta ahora haya una solución. La consecuencia directa ha sido la pérdida de matrícula escolar. "Empezamos con 54 alumnos este ciclo, pero ya hemos perdido varios. Hay padres que nos dicen que si no se resuelve el tema de la luz, van a cambiar a sus hijos de escuela", advirtió Miranda.
La directora aseguró que se han realizado los trámites pertinentes ante el Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa (ISIFE) y otras instancias desde hace 2 ciclos escolares tiempo, sin embargo siguen sin respuesta.