Familias en el norte del estado están atravesando una situación crítica debido al incremento en sus recibos de energía eléctrica, agravado por las altas temperaturas que superan los 40 grados Celsius y la difícil situación económica provocada por la sequía.
Habitantes de la región señalan que sus gastos en electricidad se han disparado en los últimos meses. Algunos reportan que en el bimestre anterior pagaron alrededor de 2,000 pesos, mientras que en el último recibo la cifra aumentó hasta 3,000 pesos, un incremento que consideran insinsostenible.
"Es mucho lo que estamos pagando y, no hay manera de ahorrar energía con este calorón, pues uno paga quitando prestado, hasta empeñando cosas porque no hay trabajo", manifestó Martha López, vecina de la colonia Romanillo en Los Mochis.
El intenso calor ha obligado a mantener encendidos ventiladores y aires acondicionados durante gran parte del día y la noche, lo que imposibilita cualquier intento por ahorrar energía.
"No se puede apagar el aire, simplemente no se puede con este calor", expresó una madre de familia afectada.
A esta situación se suma el impacto del desempleo, que se ha acentuado en la región debido a la sequía que afecta la actividad agrícola, una de las principales fuentes de ingreso para muchas familias. La reducción de oportunidades laborales ha mermado significativamente la capacidad de pago de los hogares.
Las familias afectadas hacen un llamado a las autoridades para que se implementen medidas de apoyo que les permitan enfrentar esta doble crisis: la económica y la climática.