GUAMÚCHIL, SALVADOR ALVARADO.- La reciente renuncia de Jaziel Banda Soto como gerente general de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Salvador Alvarado (Japasa) ha generado una ola de controversias y señalamientos sobre presuntas irregularidades en la paramunicipal.
Su renuncia voluntaria, atribuida a "motivos personales", ha coincidido con la aparición de denuncias por parte de trabajadores que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Entre las principales quejas se encuentra la falta de herramientas adecuadas para realizar las labores diarias, vehículos en condiciones precarias y retrasos en el pago de las quincenas. Además, los trabajadores denuncian un ambiente laboral hostil, donde expresar inconformidades podría resultar en despidos forzados.
"Carecíamos de materiales, gasolina para los automóviles, para las camionetas de trabajo, herramientas, todo eso, y por cuestiones de la paga, no nos pagaban bien. Lo que va de la administración pasada y de Lupita López que no dan uniformes". Indicó el ex trabajador.
Estas acciones han generado preocupación entre los empleados y la comunidad, quienes exigen transparencia y mejoras en la gestión de la paramunicipal. La renuncia de Banda Soto y las denuncias emergentes plantean interrogantes sobre el futuro de Japasa y la necesidad de una revisión exhaustiva de sus operaciones y políticas laborales.