GUAMÚCHIL, SALVADOR ALVARADO.- En medio de crecientes denuncias ciudadanas, la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Salvador Alvarado (JAPASA) sigue sin resolver de manera definitiva los derrames recurrentes de aguas negras al río Évora, un problema que afecta gravemente la salud pública y el ecosistema local.
Vecinos y deportistas como Gonzalo Antonio Pérez exigen una acción inmediata de las autoridades municipales, pues consideran que las inversiones realizadas actualmente no han solucionado el problema de fondo. Aseguran que los malos olores no dejan realizar actividades deportivas en la zona, provocando enfermedades respiratorias.
"Si huele muy feo la neta, cuando uno es deportista, también, uno respira mucho y se viene todo el aroma para acá para nosotros". Expresó el ciudadano.
Además, la contaminación de aguas residuales en el río Évora propicia la proliferación de bacterias, metales pesados y compuestos tóxicos, lo que representa una amenaza directa para la flora, fauna y salud humana.