"Desde el pasado 5 de mayo el turismo en la región del Évora ya no es lo mismo, municipios como Mocorito han visto reducida la afluencia de sus visitantes entre el 50 y el 70 por ciento".
Guasave, Sinaloa.- Salvador Alvarado, Mocorito y Angostura, viven las consecuencias de los hechos delictivos que trastocaron la confianza y la seguridad de la población. Y es que la expansión de la violencia del sur de la entidad a la región del Évora, generó afectaciones importantes al comercio y el turismo.
Diana Guadalupe López Cervantes, directora de turismo en Mocorito, aseguró que los días posteriores a los atentados, muchos de los establecimientos tomaron la decisión de permanecer cerrados, pese a la llegada de fechas como la del día de las madres, la cual representa una derrama económica importante para el comercio y el turismo.
Indicó que, algunas de las actividades turísticas se vieron afectadas, sin embargo poco a poco la población ha ido retomando su vida cotidiana, mencionó que aunque se considera un hecho aislado, los temas de inseguridad no despreocupan al municipio, ya que el próximo mes de septiembre, Mocorito será sede del evento de pueblos mágicos del golfo de California, en el que participan 22 pueblos mágicos de cinco estados, entre ellos Baja California Norte y Sur, Sonora, Nayarit y Sinaloa.
"Si nos había bajado el turismo anteriormente por la situación de Culiacán, porque nos llega mucho visitante de la zona Culiacán-Navolato, pero seguimos recibiendo turistas hasta de Sonora, la parte norte de Sinaloa. Después de que se suscitaron los hechos pues si se sintió y se notó la baja afluencia, algunos lugares decidieron no trabajar el fin de semana, aún y cuando era 10 de mayo, pero ya el fin de semana pasado ya empezamos a retomar nuestra actividades normales".
Por su parte comerciante aseguran que desde los acontecimientos, la afluencia de visitantes, al menos en la cabecera municipal, no ha sido la misma, comercios se han visto afectados entre el 50 y el 70 por ciento en la disminución de sus ventas.
Mencionan que, establecimientos que tenían una jornada laboral de 8:00 de la mañana a 7:00 de la tarde, la han tenido que recortar y cerrar sus negocios a las 4:00 de la tarde.
Y es que la cabecera municipal luce desolada, con algunos locales cerrados y poca afluencia de ciudadanos y turistas, en un pueblo mágico, que llegada la tarde, se asemeja más a un pueblo fantasma.
"La verdad si fue un golpe muy duro para el comercio, porque estaban más o menos las ventas, pero con esto si bajaron, y los negocios que cerraban a las 6 o 7 de la tardes, los están cerrando como a las 3 o 4 de la tarde, por el mismo pánico y miedo, hay gente a la que todavía la da miedo salir", indicó Marium Lugo López, comerciante del municipio de Mocorito.